Aunque en las últimas décadas se han logrado grandes avances, la desigualdad de género persiste en muchos sectores, incluido el ámbito político. Según un análisis realizado por las Naciones Unidas (ONU) en 2023, el número de mujeres que ocupan altos cargos políticos ha aumentado, pero aun así la imagen masculina predomina en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial a nivel mundial.
La situación es ligeramente mejor en los gobiernos locales, pero tampoco se acerca a la paridad absoluta. En el caso español, la proporción de escaños ocupados por mujeres en las corporaciones locales ha aumentado sustancialmente en las últimas dos décadas, pasando del 26% en 2003 al 43% tras las últimas elecciones de 2023. Este incremento tan significativo se debe a los grandes esfuerzos realizados por el país en la lucha contra la desigualdad, a través de un amplio cuerpo legislativo y planes de igualdad diseñados como instrumentos estratégicos transversales.
Estos datos muestran que las mujeres han roto techos de cristal en la esfera política local española. Sin embargo, el estudio titulado “Gender pay gap in Spanish local governments”, publicado recientemente en la revista Cities por Guillamón, M.D., Cuadrado-Ballesteros, B., y Ríos, A.M., ha puesto de manifiesto otro problema existente en las corporaciones locales. Sus resultados han mostrado que las alcaldesas tienden a cobrar salarios inferiores a los recibidos por los alcaldes, lo que confirma la existencia de una brecha salarial en los ayuntamientos españoles. Además, el estudio demuestra empíricamente que dicha brecha se ve reducida sólo cuando se incrementa la proporción de concejalas, que apoyarán la lucha de la alcaldesa frente a la desigualdad de género. Las investigadoras explican estos resultados por la falta de autoridad de las mujeres que consiguen romper los techos de cristal y llegar a altos cargos. Utilizando la teoría de la masa crítica, el estudio sugiere que el mero hecho de que las mujeres estén en el poder no significa que ejerzan su autoridad o sean escuchadas. Para ello, debe existir un número suficiente de mujeres en la asamblea, que les permita alzar la voz sobre las de sus homólogos masculinos.
Este es un poderoso argumento a favor de las cuotas de género en todos los ámbitos, no sólo en los consejos de administración de empresas, sino también en el ámbito político. Sin embargo, estas cuotas deben ir más allá de meros números, e incluir reglas sobre, por ejemplo, el orden de los candidatos en las listas electorales, incluir sanciones por no cumplir con los porcentajes establecidos, etc. De lo contrario, las cuotas serán meramente simbólicas. Además, es imprescindible animar a las mujeres a participar en las administraciones públicas. Para ello, se pueden llevar a cabo programas de educación política y de capacitación en liderazgo, dotándoles de la confianza de la que muchas carecen por el tipo de educación recibido. En relación con ello, se deberían hacer esfuerzos para eliminar las barreras culturales, en particular los roles de género tradicionales y los prejuicios que limitan el acceso de las mujeres a las organizaciones políticas. Las campañas de sensibilización pública podrían destacar la relevancia de la participación femenina, desafiando los estereotipos y promoviendo modelos positivos que inspiren a otras mujeres.
Beatriz Cuadrado Ballesteros
Miembro del Equipo del Proyecto GELESMAT “Género y liderazgo: Hacia una estrategia de gestión y Transparencia sostenible” (Proyecto PID2021-122419OB-I00).
Guillamón, M. D., Cuadrado-Ballesteros, B., & Ríos, A. M. (2024). Gender pay gap in Spanish local governments. Cities, https://doi.org/10.1016/j.cities.2024.105025.
Añadir comentario
Comentarios